Pajaritos ya no saben a dónde ir

MAD ISLAND- Avanzado el invierno boreal, los científicos han notado extrañas irregularidades en las migraciones de las aves y lo atribuyen a la búsqueda desesperada de alimento y al hábitat escaso durante la sequía más prolongada de la historia de Texas.

El invierno inusualmente templado en el nordeste y el medio oeste ha hecho que algunas aves no se desplacen, vuelen distancias más cortas o regresen al norte antes de lo normal.

Las condiciones anormales han provocado pautas migratorias irregulares. Las cigüeñas volaron 2.500 millas de Canadá a Texas, donde suelen pasar todo el invierno. En cambio, se quedaron durante un corto tiempo y regresaron. Algunos patos siguieron volando hacia el sur, incluso hasta Belice en Centroamérica.

"Tenemos aves dispersas por todos lados en busca de hábitat", dijo Richard Kostecke, ornitólogo y director adjunto de conservación, investigación y planificación en la organización Nature Conservancy en Texas.

La preocupación va más allá de unas pocas bandadas perdidas. Las aves migratorias suelen usar los meses del invierno para descansar, comer y cobrar energía para el largo viaje de regreso a sus zonas de anidación. ¿Qué sucede si se altera su dieta o si gastan demasiadas energías? ¿Y si no migran? ¿Serán capaces de criar después de un invierno agobiante?

"Se puede anticipar una cantidad de impactos", observó Kostecke. "No sabemos exactamente qué sucederá".

En un invierno típico, la costa del Golfo de Texas desborda de miles de distintos tipos de aves. Pero este año, un recuento anual antes de Navidad halló una fuerte disminución en su número.

El número de las aves acuáticas se redujo significativamente. Los gansos estaban un 61% por debajo de su promedio de 19 años. Dos variedades de patos habían caído el 60% y el 43%, y el pez espátula (spoonbill) el 74%.

Parte del problema es la falta de alimentos. La sequía abrasó miles de acres de tierras húmedas a lo largo de la costa, un hábitat que suele ser rico en peces, mariscos, moras e insectos.

Claro que las aves tienen la ventaja de poder volar. "Dios dio alas a las aves por un motivo: para buscar lo que necesitan", comentó Dave Morrison, director de caza menor en el Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas.

La perturbación en las pautas habituales de migración conlleva sus riesgos, aun para las aves que sobreviven hasta la primavera. Las aves que cambian de pauta migratoria pueden estar bien durante un par de años, pero podrían morir después si siguen la misma pauta para encontrarse en destino con mucho más calor o frío de lo conveniente.

Los expertos se proponen estudiar las consecuencias a largo plazo de las pautas migratorias de la temporada actual, pero confían en que las migraciones retornen a la normalidad el año próximo, junto con las pautas climáticas.

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