Ayuda a víctimas de prostitución

El programa "Generar Esperanza" ofrece ayuda en San Diego, uno de los portales internacionales para el tráfico sexual según el FBI, a mujeres víctimas de redes de prostitución, para que puedan reintegrarse en la comunidad.

Su directora ejecutiva, Susan Munsey, vivió en carne propia esta experiencia, pues cuando tenía 16 años huyó de su casa y se encontró a un hombre mayor que la forzó a prostituirse y que 30 años después le inspiró para fundar su organización sin fines de lucro.

Su voluntariado en el ministerio de auxilio contra el tráfico sexual de su iglesia dio perspectiva a Munsey, sicóloga, sobre las necesidades no cubiertas de estas víctimas en la ciudad.

Según la Oficina Federal de Investigación (FBI), San Diego es uno de los portales internacionales para el tráfico sexual, especialmente de prostitución infantil, pese a lo cual la ciudad carece de programas de ayuda, por lo que Munsey señaló que es urgente expandir el trabajo del grupo que lidera.

Su labor fue reconocida a principios de este mes con el premio "Mujer de Valor L'Oreal París", que le valió 10.000 dólares para "Generar Esperanza".

Dolores Ventura, que ha trabajado como voluntaria con la organización desde 2009, dijo a Efe que en este momento uno de sus retos es expandir los servicios que ofrecen, ya que por limitaciones financieras no pueden alojar ni a menores de edad ni a mujeres con hijos, limitándose a mujeres de entre 18 y 35 años.

Por ello, la organización busca que el público en general haga donaciones, además de que aumenten los voluntarios, particularmente aquellos que puedan compartir sus habilidades en nutrición y arte.

Ventura dijo que una de las diferencias con otras organizaciones que prestan ayuda de corto plazo es que "Generar Esperanza" permite a las víctimas vivir en su centro por hasta siete años, completando durante este tiempo el trabajo de rehabilitación.

Hasta el momento sólo son capaces de alojar a cinco personas, dijo Ventura, dos de ellas hispanas, a quienes se ofrece un programa diseñado en forma individual.

"A lo largo de los años las personas que llegan a nosotros han estado ya en el 'sistema'; son referidas ya sea por oficiales de la ley, administradores de caso que han trabajado con jóvenes, por padres de cuidado tutelar, incluso por sus padres que saben que están en la calle y en problemas", aseveró la voluntaria.

El programa, que es gratuito, es de permanencia voluntaria, pues de acuerdo con Ventura depende de las mujeres el obtener la ayuda que necesitan y abandonar el problema en el que cayeron debido a su condición socioeconómica o problemas familiares.

"Si reciben asistencia del gobierno, como estampillas de comida, lo único que les pedimos es que colaboren con comida para la casa y otros artículos, no pagan renta o algún otro servicio", explicó Ventura.

El principal reto de la organización, dijo Ventura, es financiero, pues mayores recursos permitirían la contratación de personal de tiempo completo y agilizar la apertura de otros centros, el próximo de los cuales estará ubicado en la ciudad de Bakersfield, California.

Ventura sostuvo que las mujeres que son explotadas en la prostitución suelen ser engañadas por perpetradores que se aprovechan de sus circunstancias socioeconómicas, manipulándolas tanto psicológicamente como con promesas de una vida mejor.

"Son falsas, nunca ven el dinero, son explotadas, abusadas físicamente, en unos meses se dan cuenta de la realidad, están condicionadas, piensan que no valen, por lo que revertir este proceso sicológico es una de nuestras prioridades", afirmó.

El centro ofrece terapia grupal y tiene como fin último que las mujeres se conviertan en líderes de sus propias vidas, de su hogar y de su comunidad, agregó.

Junto con instalaciones educativas y de entrenamiento laboral, la organización también ha lanzado una línea de productos, llamada "Princess Spa", creada y producida por las mujeres participantes con la que proveen trabajos y ayudan a recolectar fondos.

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