Alarmante resurgir de heroína en EEUU

El consumo de heroína creció un 79 por ciento entre 2007 y 2012, según los últimos datos de autoridades estadounidenses.

La heroína, una droga que causó estragos en los años 1970 y 1980, vuelve a las calles de Estados Unidos como alternativa barata y accesible a los analgésicos con receta derivados del opio, a los que son adictas miles de personas y que causan 15,000 muertes al año.

Las sobredosis mortales de heroína han aumentado 45% desde 2006 a 2010, con 3,038 muertes registradas ese último año.

En Florida, las muertes relacionadas con la heroína en Miami-Dade saltaron de 15 a 33; es decir, un 120 por ciento, entre el 2011 y el 2012.

El aumento en las muertes causadas por la heroína ha tenido lugar además en otros lugares de la Florida, donde según el informe las muertes a nivel estatal aumentaron de un año al otro de 62 en el 2011 a 117 en el 2012, un aumento del 89 por ciento.

En California, el número de muertes por heroína ha aumentado 250 por ciento entre 1999 y 2009.

El abuso de estos medicamentos se disparó a partir de la década de 1990, una “epidemia” que las autoridades han tratado de contener con un control más severo de su venta y la ampliación de los requisitos para obtener una receta médica.

La heroína ha dejado de ser una lacra principalmente urbana, para extenderse a zonas del urbanas y rurales.

Cifras como las de la ciudad de Nueva York son un termómetro de las dimensiones del problema: las muertes provocadas por esta droga aumentaron un 84% entre 2010 y 2012, según datos oficiales.

La heroína es la alternativa a la que recurren miles de estadounidenses adictos a los analgésicos que se ven privados de estos medicamentos, con un precio mucho mayor y un acceso más restringido.

Un frasco de fármacos opiáceos como el OxyContin o Vicodin, que necesitan receta médica, son muy adictivos y se prescriben para dolores severos, cuesta cerca de $140 en Estados Unidos, mientras que una dosis de heroína se puede conseguir en las calles por menos de $10 dólares.

Esto explica, según las autoridades sanitarias, realidades tan alarmantes como que el número de nuevos consumidores de heroína —personas que se inyectan esta droga por primera vez— haya aumentado casi un 60% en la última década.

Otras causas que se aducen para entender el rebrote del consumo de heroína en Estados Unidos son las producciones récord de esta droga en los últimos años en Afganistán y el aumento de la calidad y el tráfico de la que llega al país a través de la frontera con México.

La cantidad de heroína incautada cada año a lo largo de la frontera sudoeste de Estados Unidos ha aumentado casi cuatro veces entre 2008 y 2012, de 558,8 kilogramos a 2,091 kilogramos por año, una señal de que "las operaciones de contrabando están en aumento", según detalla la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).

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