Joven asesinado cobardemente

La madre de Francisco Javier Rodríguez Jr. presintió que algo estaba mal en el momento en que su hijo de 17 años abrió la puerta de su casa y se encontró con una joven pelirroja.

"Lo único que dijo (la madre de Rodríguez) fue que (su hijo) parecía asustado", declaró entre lágrimas una prima de la víctima, Mary Salazar, mientras permanecía de pie en el jardín del frente de la casa, manchado de sangre, a unos pasos del sitio donde Rodríguez fue abatido a tiros la noche del miércoles, tras salir a recibir a alguien que había golpeado la puerta.

Los detectives dijeron que la muerte de Rodríguez no fue un incidente circunstancial sino algo premeditado, pero que se desconocía el motivo y al o los responsables.

Rodríguez, un chicano apodado "Ponchito" por parientes y amigos, acababa de regresar a casa de un partido de fútbol cuando fue a ver quién llamaba a la puerta.

"El nunca abre la puerta", dijo otra prima, Janette Nuno. Por eso, la familia cree que esperaba una visita, tal vez alguien que le había enviado un mensaje de texto o lo había llamado por el teléfono celular.

Cuando Rodríguez abrió la puerta, su madre vio a una joven pelirroja parada ahí, dijo Nuno, cuando el joven salió.

"Ni siquiera se había puesto los zapatos. Salió calzado sólo con medias", manifestó Nuno.

Momentos después, la madre de Rodríguez escuchó disparos. También los escucharon los vecinos en la cuadra de pequeñas viviendas de un solo piso.

Rodríguez cursaba el último año en la secundaria El Camino Real y era el portero de su equipo de fútbol. Horas antes había jugado un partido contra la secundaria rival Taft que había terminado 0-0.

"Era lo suficientemente bueno como para jugar para un equipo universitario", dijo Kao Cano, compañero de Rodríguez en un equipo llamado Real So Cal. El equipo presentó condolencias a la familia el jueves.

El detective David Leveque declaró a la televisora KCAL que daba toda la impresión de que Rodríguez fue asesinado premeditadamente, pero no dio a conocer el motivo.

Primas del muchacho asesinado dijeron que la familia está desconcertada. Aseguran que era un buen chico, sin vínculos con las pandillas. Era simpático y le gustaban las chicas, pero su familia dice desconocer si tenía una relación seria con alguna.

Nuno expresó que el padre del joven, Francisco Rodríguez, regresaba de una visita a su México natal, se enteró de la muerte de su hijo cuando un pariente fue a esperarlo al aeropuerto y lo llevó al hospital.

Familiares dijeron que los padres y su hermana Jessica estaban demasiado acongojados para hacer declaraciones.

Frente a la casa familiar, aún decorada para la Navidad, mucha gente se detenía a dejar flores, velas o a rezar brevemente.

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