Hay más de 30 mil niños de crianza en el Condado de Los Ángeles buscando un hogar, o que están a la espera de poder reunificarse con sus familias tras haber sido separados. Es por eso que la organización sin fines de lucro CASA ahora busca desesperadamente a cientos de voluntarios para ayudar a los menores.
Según la organización, estos niños tienen casos pendientes en corte por maltrato o negligencia.
“Muchas veces a estos niños se les trata como números, y necesitamos del cuidado individual de una persona que de verdad sienta la necesidad de obtener justicia”, dijo Wende Julie, directora de CASA.
Y es justicia la que en muchos casos depende de la ayuda de voluntarios como los de CASA.
“Aquí en CASA tenemos una lista de espera de 300 niños. Esos son niños que sus jueces y abogados los han referido y que están en la necesidad inmediata de un voluntario”, explica Julie.
Brianna Spencer es una joven que a los 15 años huyó de su hogar sin imaginarse que terminaría en el sistema de crianza.
“No te dicen cuáles son tus derechos, sólo te asignan un trabajador social y tal vez un abogado,” dijo Spencer.
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Algunas de las responsabilidades de los voluntarios incluyen vigilar las decisiones que involucran al menor y cerciorarse de que sus derechos sean escuchados en corte.
“El voluntario escribe un reporte acerca de todas las situaciones que tiene el niño en todos los aspectos de su vida”, dijo Rosa Arévalo, quien era voluntaria y ahora es empleada de CASA.
La organización afirma que al menos 10 mil menores necesitan de atención urgente en el condado de Los Ángeles.
“Los trabajadores sociales a veces tienen 30 niños en sus casos, los abogados hasta 200”, dijo Julie.
Rosa Arévalo trabajó como voluntaria por dos años, y asegura que entre las responsabilidades están compartir al menos 15 horas mensuales con el menor, asesorarlo en la escuela, en decisiones personales, y acompañarlo en corte. Se trata de saber “cuál es la circunstancia del niño y cuáles son las necesidades que tiene”, agregó Arévalo.
Para ser voluntario hay que tener 21 años, no contar con antecedentes penales y hablar inglés, aunque el 65 por ciento de los menores proviene de hogares hispanos, y muchos viven en comunidades como Lancaster y Palmdale, donde existe un alto índice de abuso infantil.
A las personas interesadas se les haría una entrevista, se les daría capacitación y les sería asignado uno de los niños.
Los voluntarios no reciben una compensación monetaria, y aunque deben de acudir a todas las audiencias en corte con los menores, hay excepciones si su trabajo se los impide. SI desea una solicitud puede entrar a la página de internet www.Casala.Org.
