En la última semana, los fans de Lizzo se han visto obligados a conciliar su amor por la cantante de “Truth Hurts” con las denuncias realizadas por tres de sus exbailarinas, quienes acusan a la cantante de acoso sexual y de crear un ambiente laboral hostil.
La artista ganadora del premio Grammy, cuyo verdadero nombre es Melissa Viviane Jefferson, ha construido su marca en torno a abrazar la positividad corporal y celebrar su físico. En las redes sociales, muchos de sus seguidores expresaron su decepción con las acusaciones detalladas en una demanda, incluido que Lizzo avergonzó a los bailarines por su peso y los presionó para tocar a un artista desnudo en un club de Ámsterdam.
“Todo lo que ha hecho por las mujeres negras, por las personas con curvas en general, por la comunidad queer, trayendo poder a todas esas comunidades, se siente como un desperdicio. Esas comunidades realmente necesitan ser animadas”, dijo Tasha Shanade, de 26 años, bailarina y seguidora de Lizzo. “Todo lo bueno que ha hecho, siempre se verá superado por esto”, recalcó.
Un portavoz de Lizzo se negó a comentar sobre la reacción de sus fanáticos ante la demanda. El portavoz refirió a NBC News a la declaración de Lizzo, que publicó en sus redes sociales el jueves.
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