Jason Torres Rangel recibió una llamada del superintendente de educación de California que, al principio, tomó como una broma. Sin embargo, fue un anuncio que sorprendió: había sido elegido como uno de los profesores del año en el estado.
“No podia creerlo. Estaba temblando”, dice Torres. “Me sentí muy emocionado y agradecido”.
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Una experiencia que quedará como uno de los momentos más felices de su vida, destaca Torres Rangel.
El maestro fue escogido, junto con otros cuatro docentes de distintos distritos escolares del estado.
“Estos cinco educadores reciben el prestigioso honor de Maestros del Año de California 2023 por sus extraordinarios talentos y esfuerzos para enseñar a los jóvenes en California durante circunstancias históricamente desafiantes”, dijo el superintendenteTony Thurmond Thurmond en un comunicado donde anunció a los ganadores.
“Usando sus habilidades, creatividad y experiencia excepcionales, continúan creando entornos de aprendizaje positivos y hacen contribuciones significativas a las necesidades académicas y socioemocionales de sus estudiantes”.
Educación
Torres Rangel enseña inglés en la Preparatotia Roosevelt, labor en la que tiene 20 años de experiencia.
En su trabajo, destaca el profesor, enfrenta muchos retos pero sus estudiantes le hacen sentir joven. Le enseñan a apreciar la vida y le hacen reír.
“Es fácil platicar con él”, dice Kevin García, uno de sus alumnos. “Todo el tiempo es como si fuera mi propio amigo, como si lo hubiera conocido desde pequeño”.
El salón de clases de Torres Rangel se ha convertido en su segundo hogar, donde le brinda apoyo a sus estudiantes.
“El nos da el mensaje de nunca rendirnos y siempre seguir nuestro sueño”, dice Hasley Hernandez.
Además de la enseñanza, el profesor también tiene otra pasión.
“Participo en ballet folclórico cuando tiempo”, dice Torres Rangel.
El maestro forma parte de un grupo de ballet folclórico desde pequeño y ha tenido la oportunidad de compartir ese gusto por el baile con sus estudiantes. Eso le permite seguir conectado con sus raíces mexicanas.
Pero, sin duda, el respeto y el gran amor por la educación es algo que no cambia por nada.
“Lo que amo de la enseñanza es que todos somos jardineros y siempre estamos plantando semillas”, dice el profesor. “Y cuando ves que están floreciendo, no hay nada que pueda superarlo”.
El deseo de Torres Rangel es continuar en el campo de la enseñanza hasta que se jubile y que el mejor reconocimiento que puede recibir es un mensaje de padres de familia o alumnos cuando se gradúen de la universidad.
