Inmigración: Dicen no a orden ejecutiva

WASHINGTON -- Los tres senadores republicanos responsables de la propuesta de reforma migratoria que está estancada en el Congreso pidieron el jueves al presidente Barack Obama abstenerse de usar sus poderes ejecutivos para evitar que millones de personas sean deportadas.

"Actuar por orden ejecutiva sobre un tema de esta magnitud sería la acción más divisiva que usted podría tomar, minando por completo cualquier esfuerzo de buena fe para atender de manera significativa esta importante cuestión, lo que sería un perjuicio a las necesidades del pueblo estadounidense", le escribieron a Obama los senadores John McCain de Arizona, Lindsey Graham de Carolina del Sur y Marco Rubio de Florida.

Obama ha dicho que iba a actuar después de las elecciones de mitad de período de la próxima semana en momentos en que el Congreso no ha logrado aprobar una ley para reformar el sistema de inmigración del país. El presidente dijo que iba a tomar medidas para aumentar la seguridad fronteriza, mejorar el procesamiento de los que cruzan la frontera y fomentar la inmigración con permiso legal.

Indicó también que iba a ofrecer a los inmigrantes que han estado sin permiso legal en Estados Unidos desde hace algún tiempo una manera de convertirse en residentes legales, pagar impuestos, pagar una multa y aprender inglés.

El presidente había prometido actuar a mediados de este año, pero retrasó cualquier decisión hasta después de las elecciones, lo cual provocó la indignación de los grupos que defienden a los inmigrantes y las quejas de los republicanos.

Los tres senadores dijeron en la carta que no se debe tomar ninguna acción presidencial hasta que "hayamos asegurado adecuadamente nuestra frontera sur y proporcionado una aplicación efectiva de las leyes de inmigración". Se quejaron de que cualquier medida ejecutiva socavaría los esfuerzos del Congreso para reformar el sistema.

McCain, Graham y Rubio fueron miembros de la llamada "Pandilla de los Ocho", un grupo bipartidista que presentó una amplia propuesta de reforma migratoria con el fin de incrementar la seguridad fronteriza, aumentar las visas para inmigrantes con autorización legal y proveer una vía a la naturalización para 11 millones de inmigrantes que viven sin permiso legal en Estados Unidos.

El Senado aprobó la medida en una votación bipartidista en junio de 2013, pero la Cámara de Representantes de mayoría republicana no ha autorizado ninguna medida de envergadura a pesar de las promesas de los líderes del Partido Republicano de que iban a abordar la cuestión. El tiempo se agota para el proyecto de ley aprobado por el Senado, sin ninguna señal de que la cámara baja planee someterla a votación tras las elecciones.

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