Crece tensión por espionaje en Europa

Washington - Una delegación de parlamentarios de la Unión Europea (UE) inició el lunes, con varios encuentros con funcionarios estadounidenses, su visita oficial para recabar información sobre la polémica originada por el supuesto espionaje masivo por parte de Estados Unidos a diversos líderes europeos. La llegada de una veintena de eurodiputados coincidió con las revelaciones sobre el espionaje en un nuevo país europeo, España, donde la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) habría espiado más de 60 millones de llamadas telefónicas entre diciembre de 2012 y enero de 2013, según documentos filtrados por el exanalista de la CIA Edward Snowden. Aunque el Gobierno del presidente Barack Obama ha tratado de rebajar la importancia de los programas de espionaje de la NSA en los últimos días, lo cierto es que el escándalo no ha dejado de crecer en Europa. La pasada semana se dio a conocer que la agencia de Estados Unidos había pinchado durante años el teléfono móvil de la canciller alemana Ángela Merkel y los de una treintena de líderes globales. Los legisladores europeos comenzaron la jornada con una reunión con el embajador europeo en Washington, João Vale de Almeida, antes de salir hacia el Congreso de Estados Unidos, explicó a Efe Kirsten Jongberg, portavoz de la delegación del Parlamento Europeo en la capital estadounidense. En el Capitolio, la delegación compuesta por parlamentarios de los comités de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior y el de Asuntos Exteriores, se entrevistó con el legislador republicano Mike Rogers, presidente del comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Posteriormente, su agenda incluye encuentros en la tarde con Rand Beers, secretario interino de Seguridad Interior Nacional; y finalmente con David Cohen, subsecretario de Inteligencia Financiera y Terrorismo del Departamento del Tesoro. También celebrarán encuentros en los próximos días en el Departamento de Estado y en la Casa Blanca, con Karen Donfried, directora de Asuntos Europeos del Consejo de Seguridad Nacional, antes de ofrecer una rueda de prensa final el miércoles 30 de octubre, cuando concluye su viaje. A finales de la pasada semana, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, llamó a la suspensión temporal del TFTP (el programa de vigilancia de la financiación del terrorismo impulsado por Estados Unidos y la UE) que permite compartir los datos bancarios de los ciudadanos a ambos lados del Atlántico, en respuesta a este espionaje "a gran escala". Schulz consideró el escándalo como "una llamada de atención" para las relaciones entre Estados Unidos y la UE. Estados Unidos es plenamente consciente del enfado europeo, por lo que sus funcionarios se apegan al mensaje oficial de que estos programas de inteligencia tienen como objetivo el "bien común" y al anuncio de Obama, de que se revisarán los protocolos, especialmente en los casos de aliados estrechos como los socios europeos. "Claramente, estas revelaciones han creado significativos desafíos en algunas de nuestras más importantes alianzas", afirmó hoy Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado, al ser preguntada por la visita de la delegación europea. Psaki destacó que en las conversaciones se discutirán "mejores maneras de coordinar nuestros esfuerzos de inteligencia". No obstante, agregó que "hay un gran cantidad de cosas en las que trabajamos juntos, y muchas en las que deberíamos seguir trabajando, así que esperamos que este sea el caso".

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