Los Ángeles

Cómo una donación de órganos puede salvar 8 vidas

Un joven espera que una persona le regale una segunda oportunidad para continuar viviendo.

Miles de trasplantes se realizan con éxito cada año, pero también son miles las personas que mueren esperando el tan ansiado órgano que podría salvarles la vida. 

De acuerdo con la organización Done Vida California, más de 34,770 personas iniciaron una nueva vida con la ayuda de un trasplante en 2017. Sin embargo, más de 6,000 no lograron alcanzar ese milagro. 

Expertos en el Hospital Cedars Sinai en Los Ángeles destacan que, al ocurrir una tragedia, son los familiares quienes tienen la última palabra en la donación de órganos de un miembro fallecido, aunque esta persona se haya registrado como donante o figure en su licencia de conducir. 

Es por ello que resaltan la importancia de que el donante registrado hable con su familia y le informe de sus deseos de dar vida más allá de su vida. Según información de la organización Done Vida, una persona puede salvar ocho vidas y mejorar la vida de unas 74 más mediante la donación de órganos, ojos y tejidos. Además, un donante vivo puede proporcionar un riñón o una parte de su hígado, pulmón, páncreas o intestino. 

Una lucha a la espera de un donante 

Más de 100,000 pacientes están en este momento esperando por el transplante de algún órgano vital. Alfredo Castañeda es uno de ellos.

En Estados Unidos, casi 114,000 personas se encuentran actualmente en la lista de espera de un trasplante de órganos, de los cuales unos 22,000 viven en California, según Done Vida California. Uno de ellos es Alfredo Castañeda. 

Castañeda lleva más de tres meses recluido en el Cedars Sinai de Los Ángeles, a la espera de un donante que pueda ofrecerle una segunda oportunidad en la vida. Debido a una condición genética, su corazón ya no funciona y eso ha afectado también su hígado. 

“Tengo 20 años diagnosticado y podría morirme mañana”, cuenta Castañeda. “Pero cuando vives con esa realidad, la vida la valoras de una manera distinta”. 

Las posibilidades de los trasplantes son más limitadas cuando, en casos como Castañeda, se necesitan dos órganos para salvar una vida. 

“Los dos órganos tienen que ser del mismo donante”, explica la Dra., Michelle Kittleson, cardiología en Instituto del Corazón Smidt de Cedars Sinai. “Ese donante debe tener, además el mismo tipo de sangre del paciente y un tamaño parecido”. 

En el caso de Castañeda, destaca Kittleson, los órganos deben provenir del suroeste del país ya que el corazón solo puede sobrevivir cuatro horas fuera del cuerpo humano. 

Una persona pasa en promedio tres meses en un hospital esperando un trasplante, pero, cuando el paciente necesita un doble trasplante, esa espera puede extenderse de seis meses a un año.

 Es por ello que es importante fomentar la donación de órganos. 

“Como cardióloga, soy testigo de milagros diarios, con pacientes que se encuentran al final de sus vidas, a solo días de fallecer y vuelven a nacer con ese milagro de recibir un trasplante”, señala Kittleson. 

Es el milagro Alfredo Castañeda espera que ocurra en cualquier momento. 

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