La familia de Joaquín Guzmán Loera, el líder del Cártel de Sinaloa que ha puesto en jaque al gobierno mexicano en varias ocasiones, decidió aprovechar su fama y presentó 24 solicitudes de registro de marca para comercializar productos con el nombre del barón de la droga.
Las peticiones fueron realizadas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, que revisa su negativa inicial a autorizar la marca "El Chapo" para productos que van desde joyería, relojería y metales preciosos hasta artículos de cuero, maletas, paraguas, juguetes y adornos.
Además, el regulador mexicano negó el permiso para que la marca “El Chapo” se use en artículos deportivos, adornos para árboles de navidad y publicidad.
Tanto Alejandrina Salazar Hernández y Emma Coronel Aispuro, identificadas como esposas o exparejas de “El Chapo” Guzmán, y Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, hija del capo, son quienes hicieron los trámites, que insisten en el registro de marca pese a la negativa inicial del Instituto.
Según el diario Milenio, el IMPI considera que autorizar el uso de marca es contrario al orden público, la moral y las buenas costumbres desde que en 2010 se hizo la primera petición para autorizar una marca de bebidas.
No obstante, diversos medios mexicanos aseguran que el registro de las marcas ya fue autorizado y que está en el Global Brand Database de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. Entre las solicitudes presentadas ante el órgano regulador están El Chapo, El Chapo Guzmán, Joaquín El Chapo Guzmán, El Chapito Guzmán, El Chapito, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, y Don Chapo Guzmán.
Además, Raúl Espinosa Tristán y Ernesto Pérez Zagaste podrán utilizar la marca "El Chapo" para la comercialización de aparatos e instrumentos científicos, náuticos, topográficos, fotográficos, cinematográficos, ópticos, de pesar, de medir, de señalización, de control, y electricidad.
México
Y María de los Ángeles Moreno podrá utilizar la marca para comercializar vestuario, calzado y sombreros.
Independientemente de ello, en México hay una floreciente industria que abarca piñatas y pastelillos, además de los cup cakes y camisas que se venden en Estados Unidos.
