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The Broad rastrea las huellas artísticas del “poder negro”

La muestra permanecerá abierta en Los Ángeles hasta el próximo 1 de septiembre.

El legado cultural que dejaron a su paso las protestas y reivindicaciones del "poder negro" es el protagonista de "El Alma de una Nación", una exposición multidisciplinar en el museo The Broad de Los Ángeles (EE.UU.), que rastrea las huellas del arte negro entre 1963 y 1983.

The Broad, una de las grandes referencias del arte en la ciudad californiana, presentó este miércoles a los medios esta ambiciosa muestra que fue originalmente organizada por la galería Tate Modern de Londres y que permanecerá abierta en Los Ángeles desde este sábado y hasta el próximo 1 de septiembre.

"Con un amplio rango de más de 60 artistas, esta exposición explora la vital contribución de los artistas negros durante dos décadas revolucionarias en la historia de nuestra nación, empezando con el Movimiento por los Derechos Civiles en 1963", dijo la directora de The Broad, Joanne Heyler.

Centrada principalmente en pintura y escultura, "El Alma de una Nación" incluye obras de artistas negros como Romare Bearden, Barkley Hendricks, Noah Purifoy, Martin Puryear, Faith Ringgold, Betye Saar, Alma Thomas, Charles White y William T. Williams.

La muestra intenta plantear la complejidad de las manifestaciones negras, en lugar de enseñarlas como un conjunto uniforme de obras, y sugiere también algunas de sus discusiones y contradicciones internas.

Así, "El Alma de una Nación" refleja los debates entre abstracción y arte figurativo, entre obras solo para afroamericanos y para el público en general, y entre trabajos abiertamente políticos y beligerantes frente a otros con significados más evocadores o conceptuales.

"Al artista Romare Bearden le preguntaron en 1972 qué era el arte negro para él", contó este miércoles Zoe Whitley, comisaria de la Tate Modern.

"Y él dijo: 'La mejor respuesta que he escuchado es que el arte negro es el arte que hacen los negros. Pero si preguntas qué es el arte blanco entonces es la pintura inglesa, el renacimiento alemán, el renacimiento italiano... El arte negro debería ser igual de difícil de definir'", añadió.

En ese intento por abarcar toda su diversidad y variedad, "El Alma de una Nación" incluye los poderosos "collages" de Romare Bearden, las reivindicativas esculturas de Betye Saar y Elizabeth Catlett, las pinturas alegóricas de Norman Lewis, los panfletos y pósters de Faith Ringgold para los Panteras Negras, y los ultracoloridos y absorbentes trabajos afro de Wadsworth Jarrell.

Sin olvidar que el arte negro recurrió a la calle para esquivar la censura en museos y galerías, sobre todo por medio de grafitis y murales, la exposición enseña también cómo usaron y reciclaron la iconografía afro, el puño cerrado, la bandera estadounidense, lemas y consignas del "black power", o emblemas pop como Superman.

"El Alma de una Nación" presenta además numerosas referencias a eventos clave en la lucha por la igualdad como la Marcha sobre Washington de 1963, el "Bloody Sunday" ("Domingo sangriento") de las manifestaciones de Selma en 1965 y los disturbios de Watts en Los Ángeles del mismo año.

Y también aparecen en esta colección las figuras reinterpretadas en clave artística de legendarios activistas como Martin Luther King Jr., Malcolm X y Angela Davis.

The Broad pretende no solo recordar la obra de los artistas afroamericanos sino también reivindicar su vigencia en una época en la que la raza ha vuelto a la primera fila del debate político y social en EE.UU.

Así, la influencia del "poder negro" se puede encontrar en el rap de Kendrick Lamar, en películas de muy diverso tipo como "Black Panther" (2018) y "Get Out" (2017) y en movimientos como Black Lives Matter.

Pero también bajo el amparo de la presidencia de Donald Trump ha adquirido un nuevo impulso la ultraderecha y el supremacismo blanco.

Con todo ello en mente, Bridget R. Cooks, profesora asociada de estudios afroamericanos en la Universidad de California Irvine, aseguró este miércoles que estas obras son "totalmente frescas, totalmente nuevas y absolutamente relevantes" y pueden servir para "enganchar" a los jóvenes en la conversación sobre la igualdad.

"Quiero pedirles que piensen en las nuevas generaciones. Esta es una oportunidad para venir y absorber la conversación sobre algo que sucedió antes de que nacieran en 2004", ironizó.

"Intentemos llevarlos a los años 60 y 80 no solo con series televisivas sino con las personas reales que fueron parte de ese movimiento", afirmó.

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