Gabriel Fernández

Abogado admite que Gabriel Fernández fue asesinado

La muerte del niño provocó una serie de investigaciones en el condado de Los Ángeles.

Un abogado reconoció que un hombre de Palmdale cometió "actos horrorosos de abuso" contra el hijo de su novia de 8 años antes de "estallar en una rabia" que resultó en la muerte involuntaria del niño, dijo la defensa. Un fiscal agregó que el joven fue torturado porque el acusado creía que el niño era homosexual.

Isauro Aguirre, de 37 años, fue acusado de homicidio capital el 22 de mayo de 2013 por la muerte de Gabriel Fernández, al igual que la madre de 34 años, que será juzgada por separado.

"Es culpable de asesinato", dijo el abogado de Aguirre, John Alan, al jurado de siete mujeres y cinco hombres en su declaración de apertura, pero dijo que las pruebas mostrarían que "Isauro nunca tuvo la intención de que Gabriel muriera" y es por eso que su cliente no debería de haber sido acusado de una circunstancia especial de tortura ya que podría llevarlo a la pena de muerte.

El fiscal del distrito, Jonathon Hatami, dependió en más de una docena de fotos para mostrar la "tortura sistemática de un niño indefenso e inocente". La madre del niño, Pearl Sinthia Fernández, también podría enfrentar la pena de muerte si es declarada culpable.

Antes de que comenzaran las declaraciones de apertura, el alguacil en el tribunal del centro de Los Ángeles advirtió que el caso era un caso muy emotivo y les pidió a todos que controlaran sus emociones o que se salieran de la sala para evitar ser excluidos del juicio.

Hatami mostró a los miembros del jurado una foto de Gabriel, feliz y saludable a sus 7 años, antes de mudarse a la casa de sus abuelos para ir a vivir con su madre y Aguirre en el 2012.

Hatami se dirigió al jurado diciendo que "después de ocho meses de vivir con el acusado, el cuerpo del niño fue golpeado". Agregó que todo esto se iba a comprobar con evidencia que mostraría que el niño fue golpeado, quemado y magullado.

El fiscal recalcó que cuando Aguirre fue arrestado, pesaba 270 libras y medía 6 pies y 2 pulgadas de estatura, mientras Gabriel pesaba 59 libras y medía 4 pies y 1 pulgada.

La fiscalía agregó que después de dos semanas de que el niño se mudó con los acusados, el niño le preguntó a la maestra que si era normal ser golpeado con la parte metálica de un cinturón y sangrar.

Un mes después, el niño llegó a la escuela con el pelo afeitado pero con trozos de cabellos desaparecidos, costras sangrientas y el labio roto. El niño también lloraba porque no quería regresar a su casa, dijo el fiscal. Gabriel faltó a la escuela durante dos semanas en abril.

"Lo estaban torturando y lo estaban golpeando, y se enviaban mensajes por texto entre ellos mismos hablando de los golpes", dijo Hatami.

Fue el 26 de abril de 2013, cuando un trabajador de una oficina de empleo de bienestar llamó al 911 para reportar las heridas del niño después de ver que tenía los ojos negros, moretones, marcas de quemaduras y marcas de ligadura" dijo el fiscal.

Trece días antes de que lo mataran, Gabriel fue sacado de la escuela de nuevo.

Hatami le dijo al jurado que la pareja le dijo a las autoridades que Gabriel se había ido a vivir con una abuela en Texas, pero al menos una maestra dudó de esta historia y fue cuando un oficial fue a la dirección que resultó ser la casa de los padres de Aguirre, dijo Hatami.

Los acusados estaban "conspirando juntos para engañar a todos con el fin de torturar a Gabriel hasta la muerte", afirmó el fiscal.

"En casa, Gabriel fue forzado a dormir amarrado y atado en un pequeño gabinete en la habitación, con un calcetín en la boca y un pañuelo en la cara", dijo Hatami.

Hatami sacó el objeto rectangular en la sala tribunal para mostrar el cajón donde Gabriel dormía. Agregó que Gabriel ya se estaba muriendo cuando Aguirre "lo golpeó y le seguía golpeando" el 22 de mayo de 2013 cuando le golpeó su cabeza contra una pared. El golpe fue tan fuerte que la pared se dañó.

Aguirre confirmó que golpeó al niño 10 veces en la cabeza, 20 veces en el cuerpo y admitió que perdió la cuenta, dijo el fiscal. Cuando el niño quedó inconsciente, la pareja "intentó" limpiar la sangre de las paredes y los pisos, y se pusieron de acuerdo de lo que le iban a decir a las autoridades, todo mientras el niño se estaba muriendo, dijo Hatami.

Los otros dos niños de Fernández estaban en casa durante la última paliza.

Armas encontradas en el hogar y que fueron utilizadas contra la víctima durante meses de abuso incluyeron un palo de madera, un bastón de metal, pistolas BB, spray de pimienta, botas con punta de acero, cinturones y un cable de datos utilizados como látigo, dijo Hatami.

Una autopsia encontró restos de gatos y pelo de animales en el estómago del niño y una glándula del timo (thyme gland) reducida por falta de comida.

"Esto no fue una sobredosis de drogas. Esto no fue sobre problemas de salud mental" dijio Hatami, "Aquirre lo hizo porque no lo quería, creía que Gabriel era homosexual y para él eso era algo malo, lo hizo por odio a un niño pequeño".

La noche en que el niño fue mortalmente golpeado inició con una discusión porque no quería guardar sus juguetes. Según Alan, la madre de Gabriel le dijo a Aquirre que su hijo le había pedido que lo dejaran solo y que les prometía que se portaría bien.  

Aguirre entonces enfrentó al niño y se enfureció, dijo su abogado. "Isauro le cuesta mucho trabajo controlar situaciones estresantes y caóticas", dijo el abogado defensor a los miembros del jurado. Después de la paliza, Aguirre se dio cuenta que el niño estaba inconsciente, el acusado puso al niño en la ducha, gritando su nombre, tratando de revivirlo dijo Alan.

Isauro inmediatamente comenzó a realizar los primeros auxilios y le dijo a Pearl que llamara al 911. Isauro agarró el teléfono y solicitó ayuda médica de emergencia para su hijo que no respiraba, dijo el abogado. 

El primer testigo del lunes fue un bombero-paramédico del condado de Los Ángeles que llegó a la casa de los acusados respondiendo a la llamada de que un niño no estaba respirando.  El paramédico James Cermak dijo que la primera vez que vio al niño fue cuando su compañero cargó al niño frágil y sin vida para sacarlo del hogar. 

Cermak dijo que trataron de revivirlo y mientras le realizaban los primeros auxilios, comenzaron a ver todo el trauma que tenía el niño en su cuerpo. 

"Tenía marcas de estrangulación alrededor del cuello, mordidas, moretones en la cabeza, pequeños agujeros como si le hubieran disparado con una pistola BB. Entre más lo miraba, más veía, era increíble”, dijo Cermak. 

Fernández y Aguirre estaban sentados en un sofá mientras trabajaban los paramédicos, dijo el bombero. Cermak dijo que ninguno de los dos mostró empatía hacia el niño. 

Gabriel fue declarado muerto del cerebro ese mismo día y fue desconectado del soporte vital dos días después.  

Contáctanos