Trampolín a la escuela

LOS ANGELES - Karla Campos quedó embarazada de su primer niño en el penúltimo año de la secundaria en 2003. Como muchas otras madres soltera adolescentes, la inmigrante mexicana se vio luego en la necesidad de trabajar para mantener a su hijo.

Pocos años después, Campos tuvo otro retoño y sus esperanzas de regresar a la escuela prácticamente desaparecieron.

Ahora, la vida le está dando una nueva oportunidad y la joven de 25 años planea aprovecharla.

Como muchos otros jóvenes que abandonaron la escuela antes de terminar la secundaria, Campos está preparándose para retomar sus estudios y así acogerse al plan del gobierno de Barack Obama para suspender deportaciones y otorgar permisos de trabajo a ciertos jóvenes inmigrantes sin autorización legal para vivir en el país.

"Cuando me salí de la escuela estaba muy inmadura y no tenía modelos a seguir. Decía, `¿para qué estudio si no tengo oportunidades? Sabía que (como salió embarazada), no tenía posibilidades de ir a la universidad y dije, `Tengo que salir a trabajar y eso fue lo que hice'", recordó la madre soltera en una entrevista con The Associated Press.

"Pero ahora todo es distinto y quiero tener un mejor trabajo. La única manera de salir adelante es con educación. Quiero ser un ejemplo para mis hijos", agregó.

El plan de Obama podría beneficiar a entre 800,000 y 1,7 millones de jóvenes sin papeles, según el Pew Hispanic Center y la Oficina del Censo. No hay estadísticas sobre cuántos serían los jóvenes que estarían en la misma situación de Campos que podrían regresar a estudiar para beneficiarse con el programa de suspensión de deportaciones de Obama.

Estudiantes como Campos podrán solicitar la suspensión de su deportación y un permiso de trabajo siempre y cuando cumplan todos los requisitos del plan del gobierno de Obama, incluyendo estar inscrito o haberse graduado o terminado la secundaria, o haber sido dado de baja honorablemente de las Fuerzas Armadas o de la Guardia Costera.

Inmediatamente después del anuncio hubo un poco de confusión y algunos inmigrantes que no se habían graduado de secundaria no sabían si eran aptos para el beneficio o no.

"Pero ahora, la buena nueva es que todos los jóvenes que dejaron la escuela están ajetreados tratando de regresar a la escuela y están esforzándose para encontrar lugares en esas clases", dijo la abogada de inmigración Meredith Brown, quien dijo llevar varios casos de estudiantes que abandonaron la escuela.

El oaxaqueño Fermín Hernández, de 22 años y que lava autos desde que llegó a Estados Unidos en el 2005, dijo que abandonó la escuela en el sexto grado para ayudar económicamente a sus padres en Oaxaca. Tras llegar a Estados Unidos, Hernández no estudió nunca y sólo se inscribió al colegio comunitario Los Angeles Trade Tech hace tres semanas, para estudiar inglés y poder solicitar su suspensión de deportación.

"Ya no quiero trabajar en el carwash, quiero tener un trabajo bueno y viajar, visitar a la familia", dijo el joven que con su trabajo en Estados Unidos mantiene a sus padres que viven en México.

"Ahora tengo que estudiar inglés para completar la secundaria, para mejorar y tener mejores oportunidades", puntualizó.

El ABC del plan, evalúa si calificas.

Campos, actualmente está desempleada, dijo que está lista para inscribirse la próxima semana en el Colegio Comunitario Glendale, donde planea terminar la secundaria. Al mismo tiempo está tratando de conseguir los documentos necesarios para su solicitud de suspensión de deportación.

En Los Angeles, organizaciones como la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Angeles, el Centro de Recursos para Centroamericanos y el Centro Laboral de la Universidad de California en Los Angeles están asesorando a jóvenes como Campos, que también sueñan vivir legalmente en el país.

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