Instalarse en otro país ¿Es un arte?

Finalmente lo lograste. Has sido capaz de mudarte a un país extranjero a tener una nueva experiencia vital. Los motivos pueden ser variados: un nuevo trabajo, un mejor salario o simplemente ganas de recorrer el mundo. Estás en un nuevo lugar, quizás con un idioma diferente y una cultura distinta.

A la primera ilusión de la novedad le puede seguir cierta frustración por las dificultades propias de una adaptación. Otras normas, otras comidas, otros códigos. Ten la cabeza abierta para disfrutar de la diferencia: esta nueva situación la puedes vivir como una experiencia positiva o negativa dependiendo de tu actitud.

Te pasamos unas sugerencias que toda persona con alma de viajero debe tener en cuenta cuando se afinca en una nueva tierra:

Dale prioridad al idioma. Si estás en un país donde no se habla tu idioma dale absoluta prioridad a aprenderlo. No hay manera más sencilla de estudiar otra lengua que con una inmersión directa en otro país. Pero como en todo dependerá de tu actitud. Si te niegas a aprenderlo puedes vivir años allí sin lograr decir más que unas cuantas palabras.

Conoce a los locales. Trata de interactuar con la gente de tu país anfitrión. Dependiendo de la forma de ser de la gente, se puede tardar más o menos en hacerse amigos. Pero una vez que los tengas, ellos te abrirán las puertas de su cultura y te allanarán el camino.

Ábrete a la cocina del lugar. La riqueza de la diferencia no puede quedar más patente que en la gastronomía de cada lugar. Puedes descubrir nuevos platos, especias y dulces. Además es muy probable que quizás no puedas acceder al mismo tipo de comida que la de tu país de origen. Adáptate.

Conoce sus costumbres. Saludar con un beso a un japonés es insultante para ellos. En los países nórdicos no puedes despeinarle la cabeza a un niño afectuosamente, los padres se pondrían furiosos. Es fundamental que conozcas la manera de desenvolverse de los habitantes locales para no cometer meteduras de pata.

Conoce la cultura. Ya que vas a vivir por un tiempo allí, intenta conocer su música, literatura e historia. La gente local estará encantada de conocer a alguien que demuestra interés por su cultura. Además, si tus amigos te vienen a visitar tendrán un guía de lujo.

No compares constantemente. “En mi país las montañas son más altas”, “los hombres más apuestos”, “el vino mejor”. No seas fastidiosa. Nadie soporta a alguien que esta todo el día resaltando lo superior que es su país.

Visita tu embajada. Es bueno presentarte en tu embajada para dejar constancia de que estás en el país. En caso de cualquier problema o trámite administrativo es probable que requieras su asistencia.

Cobertura médica. Infórmate sobre como funciona el sistema médico en el país en el que te instalaste. Si no hay asistencia médica pública de calidad te puedes llevar una fea sorpresa cuando menos te lo esperes.

Mira la TV y noticias locales. Será bueno para que practiques el idioma y además sabrás lo que está pasando en tu ciudad. Te podrás anticipar a fiestas y acontecimientos y tendrás tema de conversación con la gente local.

Enamórate de un local. No es que uno pueda programar el amor, pero tener una pareja del lugar al que te has mudado puede ser decididamente un acierto. Conocerás mejor que nadie la ciudad y los lugares in, practicarás el idioma y disfrutarás mientras lo haces.

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