LOS ÁNGELES (California) - Aire contaminado que cubría las montañas, aceras llenas de arena, humo maloliente proveniente de autopistas atestadas. Hace varias décadas, el área de Los Ángeles era un lugar en el que se respiraba con dificultad. Ahora, un estudio muestra lo mucho que ha cambiado, especialmente para los residentes más jóvenes de la región.
En años recientes, los niños respiran un aire más limpio y tienen pulmones más fuertes en comparación con quienes fueron estudiados hace dos décadas, dijeron investigadores. La mejoría en la salud coincidió con reducciones drásticas en la contaminación en la cuenca de Los Ángeles y áreas circundantes cuando entidades que regulaban la calidad del aire implementaron medidas enérgicas contra las emisiones de tubos de escape de automóviles y chimeneas.
Aunque el estudio se enfocó en el sur de California, los resultados indican que otras ciudades con aire sucio pueden mejorar la salud de sus residentes si se hace un esfuerzo de limpieza.
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Ya que los contaminantes, como partículas en suspensión y dióxido de nitrógeno, tienden a ser más altos en ciudades, "reducir esos contaminantes deberá conducir al mejoramiento de la salud de niños que viven en cualquier ambiente urbano", dijo el investigador principal Jim Gauderman, un profesor de Medicina Preventiva de la Escuela Keck de Medicina de la Universidad del Sur de California.
El smog fue documentado por primera vez en Los Ángeles durante la Segunda Guerra Mundial, cuando una bruma espesa redujo la visibilidad a tres manzanas e irritó los ojos de los residentes.
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Durante décadas, la ciudad tuvo problemas con la contaminación del aire. Conforme creció la población angelina, de la misma manera lo hizo la cantidad de vehículos en los caminos. En la década de 1970, se registró aire perjudicial en más de 200 días al año. La calidad del aire era tan mala que borró del horizonte las Montañas de San Gabriel y los niños no jugaban en el exterior cuando estaban en efecto avisos de alta contaminación.
La calidad del aire ha mejorado desde entonces gracias a reglamentos de emisiones más estrictos para automóviles, camiones, barcos y fábricas.
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En el estudio, investigadores rastrearon el desarrollo pulmonar de más de 2.000 niños en comunidades del sur de California comenzando a mediados de la década de 1990. Equipos viajaron a escuelas y pidieron a niños que soplaran en un dispositivo que midió qué tan fuertes eran sus pulmones y cuánto aire podían exhalar en un segundo.
Conforme disminuyó la contaminación en el transcurso de los años, igualmente se redujo el porcentaje de niños con función pulmonar débil, de aproximadamente 8% durante el período de 1994 a 1998, a cerca de 4% de 2007 a 2011.
Investigadores encontraron además que la salud mejoró con el aire más limpio independientemente de género, origen étnico, educación y otros factores.
Los descubrimientos aparecen en la edición del jueves de la revista New England Journal of Medicine. En un editorial acompañante, investigadores no vinculados a al estudio dijeron que existe un incentivo para continuar reduciendo la contaminación del aire.
"El actual reporte y otros estudios indican que un mayor mejoramiento de la calidad del aire puede tener benéficos efectos de salud pública", escribieron Douglas Dockery y James Ware, de la Universidad de Harvard.
