Jornada con riñas y demandas

WASHINGTON - Organizaciones defensoras del derecho al voto reportaron el martes problemas esporádicos en las urnas en todo el país, incluido un altercado en Pensilvania, el cual involucró a inspectores republicanos expulsados de algunos centros de votación.

En otros incidentes, se libró una disputa de último minuto ante un tribunal en Ohio, en relación con el software usado en los comicios, y una oficina electoral en la Florida informó erróneamente a los votantes, mediante llamadas telefónicas automatizadas, que las elecciones se realizarían el miércoles.

Aunque la mayor parte de las quejas se refirió a las largas filas ante las urnas, la coalición Election Protection, formada por defensores del voto, reportó que había recibido denuncias más graves, entre más de 35,000 realizadas a una línea telefónica gratuita.

"Esto ya comenzó y está bastante activo", consideró Barbara Arnwine, presidenta de la organización Lawyers Comittee for Civil Rights Under Law.

En Filadelfia, el Partido Republicano señaló que 75 inspectores del voto, con las debidas credenciales, fueron expulsados de los centros receptores del sufragio en una ciudad predominantemente demócrata. Los republicanos solicitaron una orden judicial para que se les permitiera el acceso.

Además, fiscales de la localidad indagaban los reportes. Los funcionarios del Partido Demócrata no habían respondido a un mensaje que les solicitó declaraciones sobre el caso.

El estado crucial de Ohio fue el escenario de otra batalla judicial. Una demanda señaló que el software de votación instalado por las autoridades estatales permitiría la manipulación de las papeletas por parte de funcionarios ajenos a la junta electoral.

La demanda pidió que un juez impida a Ohio emplear el programa informático, algo que según los funcionarios electorales "entorpecería de manera innecesaria la operación continua de los comicios".

El error en las llamadas automáticas en Florida se presentó en el condado de Pinellas, donde se ubican las ciudades de Saint Petersburg y Tampa Bay. Las autoridades informaron que las llamadas programadas para el lunes se realizaron el martes, por lo que terminaron informando a los votantes que las urnas se cerraban "mañana, a las 7:00 de la noche", de acuerdo con el diario Tampa Bay Times.

Nancy Whitlock, vocera del supervisor electoral del condado, dijo que las autoridades suspendieron las llamadas en cuanto se percataron del error, el martes por la mañana. Un segundo mensaje se envió a los electores para que hicieran caso omiso al telefonema equivocado.

En tanto, Election Protection reportó problemas con los lectores digitales de papeletas en tres ciudades de Ohio: Cleveland, Dayton y Toledo. El organismo añadió que abrieron tarde los centros de votación en vecindarios habitados principalmente por minorías en Galveston, Texas.

Y en algunos distritos en el área de Tampa, Florida, los votantes fueron enviados a otro puesto de votación, donde debían emitir un voto provisional.

Por su parte, los votantes en varias zonas devastadas por la supertormenta Sandy en Nueva York y Nueva Jersey expresaron alivio e incluso agradecimiento por tener la mera capacidad de votar. Se formaron largas filas en Point Pleasant, Nueva Jersey, donde los residentes de las comunidades costeras de Point Pleasant Beach y Mantoloking tuvieron que depositar votos provisionales debido a los daños en sus lugares de residencia. Muchas personas carecían aún de energía eléctrica, ocho días después de que Sandy azotó la costa.

"Nada es más importante que votar. ¿Cuál es la relación entre votar y esto?", preguntó Alex Shamis, residente de Staten Island, una de las zonas más afectadas, mientras señalaba hacia su casa, llena de lodo.

En varios lugares, los problemas eran analizados con lupa por los observadores, tras varios meses de disputas legales y políticas sobre las leyes que limitarían más el tipo de identificaciones que deben mostrar los votantes. No han dado fruto muchas de esas leyes y otras que buscan sorprender a gente que vota sin tener derecho a hacerlo.

Han surgido también acusaciones de que el electorado negro e hispano sería sujeto de intimidación e incluso de privación de su derecho a votar.

Michael Waldman, presidente del Centro Brennan para la Justicia en la Universidad de Nueva York, dijo que incluso en algunos estados donde se han bloqueado o pospuesto las leyes restrictivas, mucha gente piensa que estas medidas están en efecto.

"Las leyes fueron bloqueadas, pero la confusión persiste", dijo Waldman.

Varios de estos asuntos podrían resurgir en las cortes después del martes, particularmente si la contienda entre el presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney es demasiado apretada como para declarar pronto a un ganador, o si se ordena un recuento de sufragios en estados como Ohio y Florida.

El Departamento de Justicia tendría al menos 780 observadores en centros clave de votación dentro de 23 estados, para asegurar que se cumpla con la Ley del Derecho al Voto, de 1965, y para investigar cualquier acusación de fraude.

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