El amuleto de Obama

El presidente estadounidense y candidato demócrata, Barack Obama, jugó hoy al baloncesto durante la jornada electoral, una rutina que le ha traído suerte en contiendas similares, mientras su rival republicano, Mitt Romney, apuró hasta el último día para visitar dos estados clave: Ohio y Pensilvania.

El presidente ha adoptado como talismán la celebración de un partido de baloncesto antes de una votación crucial, después de saltarse un partido en una primaria de 2008 en Nuevo Hampshire, en la que perdió frente a su entonces rival para la candidatura demócrata Hillary Clinton.

Para mantener esta superstición, Obama se reunió esta tarde en una cancha de Chicago con miembros de su campaña, amigos y el exChicago Bulls Scottie Pippen, que acabó en el equipo del presidente.

Pero el presidente no se dedicó solo a relajarse tras la intensa campaña y concedió varias entrevistas de último minuto a emisoras en estados que serán clave esta noche, como Wisconsin, Florida, Iowa, Colorado o Nevada.

Obama urgió a los estadounidenses a ir a votar en la jornada de hoy, ya que "hay algo especial en ver la manera en que nuestra democracia se supone que debe de funcionar".

El mandatario lamentó que durante sus cuatro años en el poder el Congreso haya estado más interesado "en marcar puntos políticos" que en "sacar cosas adelante", en referencia a la diferencia de opiniones entre la bancada republicana y demócrata, que ha bloqueado la actividad legislativa desde 2010.

El presidente confió, además, en adjudicarse Florida, otro de los estados clave, "aunque será muy apretado", matizó.

Por su parte, antes de regresar a Boston para estar pendiente de la llegada de los resultados, Romney decidió protagonizar dos actos de última hora en Ohio, que las encuestas no dan claramente a ninguno de los candidatos, y Pensilvania, que los sondeos inclinan del lado demócrata.

Romney dijo que ha seguido con su campaña hasta en la jornada de votación, porque no podría imaginarse haber pasado el día "sentado" y que las elecciones se definan finalmente "por unos pocos cientos de votos".

Samuel Sheng-Hung Wang, analista de la Universidad de Princeton, pronostica que Obama ganará un segundo mandato con entre 303 y 332 votos electorales. Se necesitan 270 para ser elegido presidente.

En 2008 este analista electoral predijo que Obama se llevaría 364 votos y finalmente el presidente logró 365.

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